La Integración Continua es una práctica fundamental para garantizar la entrega de software en cualquier momento. Sin embargo, para aprovechar al máximo sus beneficios, es crucial cumplir con ciertos requisitos mínimos que proporcionarán una base sólida. A continuación, desglosamos los elementos esenciales que conforman estos requisitos.
1. Integración diaria en la rama principal
La integración de código en la rama principal (main o master) debe ocurrir al menos una vez al día. Este proceso se conoce como Trunk-based development. A pesar del nombre, no implica que integremos directamente en main. Podemos utilizar feature branches, siempre que tengan una duración limitada, preferiblemente menos de un día. Este enfoque evita problemas de multitasking, carga cognitiva excesiva y conflictos al mergear código.
2. Pipeline automatizada en cada cambio
La automatización es clave en la Integración Continua. Cada vez que se integra código en la rama principal, la pipeline debe ejecutarse automáticamente. Esta pipeline incluye procesos de verificación, construcción y, si es necesario, despliegue. Es vital asegurarse de que cualquier cambio en la rama main no comprometa la calidad del software.
3. Acompañar cada código con tests automatizados
La premisa fundamental es que todo código integrado debe ir acompañado de pruebas automáticas. Esto garantiza que no solo cumplimos con el requisito de entrega continua, sino que también mantenemos la capacidad de verificar la funcionalidad del código de manera efectiva. Confiar únicamente en la ejecución de pruebas manuales después de la integración podría resultar en código en la rama main que no funciona.
4. Evitar regresiones en tests previos
Es imperativo que el código integrado no rompa las pruebas del código existente. Mantener la funcionalidad existente es crucial, y cualquier cambio debería mejorar o agregar funcionalidad sin afectar lo que ya está en funcionamiento.
5. Disciplina del equipo para la resolución inmediata
La disciplina del equipo es fundamental. Si la automatización falla, las pruebas se rompen o se viola algún estándar de calidad, la máxima prioridad del equipo debe ser corregirlo, incluso por encima de continuar el desarrollo de nuevas funcionalidades. Esto asegura que la pipeline y la calidad del software se mantengan sólidas.
Estableciendo estándares de calidad internos
Es vital que el equipo sea dueño de sus estándares de calidad. Imponer estándares externos (por ejemplo, estándares corporativos demasiado estrictos y/o elaborados por un arquitecto ajeno al equipo) puede resultar en esfuerzos innecesarios y desaliento. Definir internamente los estándares de calidad basados en el contexto del proyecto, las fases del desarrollo y las necesidades del cliente es esencial para un proceso de Integración Continua efectivo.
Al cumplir con estos requisitos mínimos y establecer estándares internos, los equipos pueden optimizar su enfoque hacia la Integración Continua, mejorando la calidad y eficiencia de sus procesos de desarrollo de software.
